Sexualidad
La sexualidad es una dimensión
importante del ser humano; es fuente de toda vida afectiva tanto del orden
psicológico como de sus desordenes, sin olvidar que también, forman parte de un acto biológico limpio que
no solamente tiene un fin reproductivo ya que este engloba diferentes aspectos
como lo son erotismo, el
amor, las fantasías, el deseo, etc. Y que muchas veces estas son ignoradas gracias a los prejuicios de la sociedad ya que la
sexualidad es una necesidad física común tales como comer, ir al baño entre
otras.
La sexualidad
no solamente debe de tener un fin meramente reproductivo ya que durante la
sexualidad se busca cubrir otras necesidades
como la satisfacción, placer así como la realización del sexo opuesto
sin olvidar que también tiene un contenido psicológico.
“A
lo largo de toda la historia y sobre todo en la sociedad moderna la sexualidad
aparece enajenada en el mito de la
animalidad “, lo cual no debería de ser
así ya que la sexualidad abarca diversos puntos como los ya mencionamos
anteriormente ya que de cierta manera el ser humano lo hace con racionalidad e
involucra diverso aspectos los valores, amor,
placer y no solamente un instinto animal como la sociedad lo cree, “ …
aún admitiendo que la excitación sexual surja pura en el fondo de nuestra
organización biológica, para satisfacerse implica no solo la búsqueda del
compañero, sino también su consentimiento y las condiciones materiales de
realización del acto sexual. “ Entonces, la sexualidad no es una mera satisfacción de impulsos”, sino que es
más compleja, como lo data el autor Tordjman: La afirmación de una identidad sexual requiere de tres vías de acceso:
1)
Las
caricias con las que los otros nos gratifican que nos confrontan con el deseo
del otro y nos permiten advertir la medida de la resistencia que nuestro cuerpo
puede oponerle. Las caricias del otro nos conducen de manera natural a nuestra
propia exploración autoerótica, es decir la masturbación.
2)
Nuestras
caricias activas sobre el otro afinan la
sensibilidad de nuestras manos y de nuestros labios y nos confrontan con las
resistencias del compañero(a).La resistencia nos obliga a tomar conciencia de
los signos eróticos que emitimos y que interceptamos. La mirada y el diálogo
desempeñan un papel esencial condicionan las dos vías reales de la seducción
que pueden conducir a ese sentimiento complejo denominado amor.
3)
Por
último la intervención de todos nuestros órganos de los sentidos la vista, el
oído, el tacto, el gusto, y el olfato, cuyo papel es la transmisión de ciertas
hormonas sexuales.
Si una de
estas vías de acceso se nos veda desde la infancia podemos desarrollar pronto
fobias y bloqueos que se intensificarán en el transcurso de la adolescencia.
Así surge el miedo a tocar y a ser tocado
y algunas veces hasta las repugnancias
de los órganos genitales.
En
el hombre hay una manifestación física de la sexualidad que se da cuando abraza a una mujer esa
manifestación es la erección que “es un fenómeno espontáneo e involuntario que
puede sobrevenir tanto en el transcurso de un baile, como en plena clase, con
motivo de un sueño o como una consecuencia de una emoción”, que
diferencia de la mujer se excita con estímulos táctiles esta reacción
fisiológica es perfectamente normal en los hombres y el adolescente debe abstenerse de
experimentar culpabilidad por ello. Si no llega a controlar sus emociones debe
saber que tal acto no constituye ni una perversión, ni una enfermedad, ni mucho
menos un pecado. Por el contrario es una prueba de una función totalmente
normal.
La
erección puede obtenerse por dos vías diferentes una baja y otra alta como lo
data el autor Tordjman:
1)
La caricia de los órganos genitales induce a sensaciones voluptuosas que son
canalizadas a un centro de la erección situado en la médula espinal sacra.
Dicho centro autónomo desencadena una dilatación de los vasos de los cuerpos cavernosos
y ese aflujo de sangre provoca la erección refleja en el pene.
2)
A partir de un recuerdo, de un sueño erótico de una quimera que anticipa el
placer futuro, excitamos los centros superiores del placer que se hallan
situados en nuestro cerebroespinal, entonces la erección que se produce es de
origen psíquico.
En
ambos casos no interviene el sistema nervioso voluntario, pues la erección no
es programable, esto es un hecho fundamental.
Erotismo
Erotismo palabra derivada
del nombre de Eros, dios del amor, se entiende por
tal el amor sensual, el goce con la unión afectivo-sensual con otro ser. “En
consecuencia, y desde el punto de partida, la excitación sexual en el ser
humano no es una simple estimulación biológica: de entrada tiene un contenido
psicológico más o menos rico, más o menos elaborado, históricamente
evolucionado; y ese contenido psicológico indisolublemente vinculado a la
función biológica, y que la transforma en una necesidad específica, es lo que
se podría llamar erotismo”
“El erotismo
es el opio del hombre moderno acorralado por la agitación de la vida, corriendo
sin descanso de una necesidad a otra, sin tiempo para mirar su rostro de hombre
en un espejo de serenidad”.Por
ello nos podemos dar cuenta que el erotismo es parte fundamental del ser humano
y que de una forma u otra esta presente en cada etapa de nuestra vida. Así pues, para
nosotros “el amor sexual es la expresión de la necesidad humana del otro, de la
necesidad profunda de comunión del hombre con su semejante”.Es
decir el amor se convierte en una
necesidad básica de tener junto a ti a alguien con quien compartir tus
emociones, pensamientos, sentimientos y deseos sexuales.
El erotismo no
sólo tiene una dimensión, en el confluyen las emociones, el cuerpo y en general
nuestra forma de ver el mundo, tanto así que “en otras sociedades e incluso en la Europa antigua y en las
culturas indígenas de América, los individuos aprendían a ver lo erótico no
sólo en la relación orgásmica sino incluso en los astros o en las actividades agrícolas.” El erotismo puede hallarse también en una mirada, en un gesto, en una prenda
que porta un hombre o una mujer, pero más que la prenda, lo erótico está en la
forma de llevarla. Otras manifestaciones eróticas podrían ser un baile, el
movimiento del cuerpo, las palabras y cómo son pronunciadas, con la cadencia
con la intencionalidad que se dicen. El beber un vaso de vino tinto y dejar una
gota que humedezca y aromatice los
labios bien puede ser una manifestación del erotismo para el testigo de dicha
acción. Los inciensos son capaces de evocarnos lo erótico. El erotismo es en sí
mismo fugaz.
Desde el punto
de vista psicológico se han revisado las connotaciones de lo erótico. “El
psicoanálisis ha analizado las distintas formas en que puede fijarse el erotismo
(anal, oral, fálico, genital y otras variedades)”[9]
y, en función de ellas, ha investigado los distintos comportamientos regresivos
que pueden aparecer en el individuo .Por diversas circunstancias culturales se
ha permitido el desarrollo de algunas formas de erotismo; sin embargo, otras
han sido “reprimidas y clasificadas como desviaciones o perversiones”,
dando lugar a múltiples estudios, debates y controversias.
Podemos
ver que el lenguaje erótico varía según las culturas, pero los mensajes transmitidos
son siempre explícitos. “Un mohín repetido de labios, un balanceo sutil de las
caderas, una caricia envolvente de la curvatura de los senos, constituyen con
frecuencia señales de llamadas femeninas. No obstante el intercambio de miradas
represente sin duda, para toda la especie humana el mensaje de receptividad
privilegiado”.
La
música, el baile, la conversación personalizada, las frases de amor y las
caricias en las zonas erógenas condicionan psicológica y fisiológicamente a la
mujer.
“El
amor funde dos sentimientos, el instinto o impulso erótico que aspira a
satisfacer el deseo sexual y la emoción amorosa compuesta de afecto y ternura.
Se suma la necesidad del placer del compañero sin el cual no puede haber
perfecta armonía en una pareja”.Así pues
el placer sexual apacigua los cuerpos y abre las puertas del sueño como un
soplo purificador que avienta las miasmas de la angustia.
Como parte de una manifestación erótica actualmente tenemos que la
explicación de pintarse los labios viene de la gama de los rosas y de los
rojos, copiando así el enrojecimiento de los labios de la vulva en el último
grado de la excitación sexual, con lo cual nos dimos cuenta que el erotismo se
puede manifestar en nuestra vida cotidiana.
El erotismo también tiene ciertas manifestaciones en el cuerpo
humano al llegar a cierta edad de maduración
(la pubertad ) adquiere una constitución sexual la cual se manifiesta
por la iniciación del funcionamiento de de las zonas erógenas “estas son
algunas regiones de la piel o las mucosa que, si bien antes tenían una
sensibilidad exquisita, esta no era apreciada por un niño de carácter erótico “ es decir que aunque estén presentes en un niño y se toque de la misma manera
que a un adulto estas no reaccionan pues el niño no ha llegado a esa etapa de maduración.
“Desde la
pubertad, las excitaciones táctiles que se reciban en las zonas erógenas en
circunstancias apropiadas serán interpretadas como eróticas y despertará o aumentará la excitación sexual
“ a lo que nos queremos referir con esto es a lo siguiente : las zonas erógenas solamente responderán
cuando se den las circunstancias más
favorables o deseadas es decir que las zonas erógenas no responderán si las
caricias no son deseadas en caso de una violación o cuando un doctor o una
enfermera las toca entre otras cosas, ya que “el deseo erótico manifiesta como
un sentimiento de carencia y búsqueda de satisfacción de esa carencia
construida en relación con las propuestas y modelos culturales que prometen
unas sensación de totalidad, plenitud , sobre todo vía la posesión de bienes representados como valiosas cosas personas
rasgos físicos y de carácter “ en torno a esta idea podemos decir que
todo depende de cómo se toque la textura, el color, la forma, la forma como se
pida algo de buena manera de forma cariñosa etc.
En el desarrollo de esta investigación hemos consultado la obra de
Gustavo Azcarraga ,
ahí se encuentra una descripción de las zonas erógenas que reproducimos a
continuación:
1.- Los
órganos genitales, principalmente el
clítoris en la mujer y el glande en el hombre.
2.-La boca en
la que se debe mencionar la mucosa labial (en toda su extensión hasta su unión
con las encías y la lengua).
3.-La
periferia de todos los orificios naturales (la vulva, el ano, la boca, los
conductos auditivos externos, los orificios nasales) no es de extrañar que el
ano y el periné sean zonas erógenas
si están inervando por el mismo plexo nervioso que los genitales.
4.-Los pezones
en ambos sexos y las mamas en la mujer.
5.-Las caras
laterales del cuello y tronco
6.- Las caras
internas de los músculos
Con el progreso de al
excitación aumenta el grado de sensibilidad y extensión en ellas regiones ya
mencionadas es importante aclarar que la
localización de las zonas erógenas varia de una persona así como la disposición
de esta para hacerlas responder como ya la mencionamos anteriormente
Definición de
pornografía
Etimológicamente
pornografía significa descripción escrita de la prostitución. La porné en
griego era la prostituta, y la grafía el relato escrito en torno a la
vida de las prostitutas. Pornografía, se suele definir como
la "descripción o exhibición explícita de actividad sexual en literatura,
cine y fotografía, entre otros medios de comunicación, con el fin de estimular
el deseo instintivo del contacto más que sensaciones estéticas o
emocionales". La
pornografía se centra en dos aspectos fundamentales: la distinción entre
erotismo y pornografía y el tema de la censura desde el punto de vista del
impacto que tienen algunas imágenes pornográficas sobre la imagen de la mujer y
el trato que reciben. La primera ha causado gran confusión ya que la diferencia
entre erotismo y pornografía algunas veces suele ser muy subjetiva, mientras
que la segunda ha puesto a la mujer en un papel comercial, es decir como un
objeto sexual, incapaz de poder sentir placer; y tener sexo de manera libre y
no fingiéndolo como lo hacen en las imágenes pornográficas.
Diferencia
entre Erotismo y Pornografía
La diferenciación entre pornografía y erotismo es a
menudo muy subjetiva y para algunas personas difícil de diferenciar. La
pornografía puede presentarse en forma de imágenes (fotografías, vídeos,
películas, anuncios y carteles) o en forma de texto (artículos, etc.). El
erotismo lo hace de igual forma, pero a diferencia de la anterior va, por lo
general, asociado a imágenes sugerentes o simbólicas más que a imágenes
puramente gráficas, explicitas y a la idea de igualdad o de placer mutuo. De
hecho, muchos han objetado que la función de la pornografía es la de explotar a
la mujer presentándola como mero objeto sexual y no explotar al hombre, en vez
de una persona racional y sensible. Por lo tanto, no es sorprendente que la
pornografía haya sido un caballo de batalla del feminismo.
·
Erotismo y Pornografía en la Actualidad.
Las observaciones benévolas que pudieran
hacerse sobre el erotismo desde una perspectiva rigurosamente ética quedan cada
vez más ensombrecidas por las producciones pornográficas. Durante el período de
la llamada "revolución sexual" proliferaron los estudios en los que
se pretendía deslindar el erotismo de la pornografía con sutiles distinciones
académicas cada vez menos acordes con la realidad. Es cierto que “el erotismo
tiene una maternidad semántica más limpia que la pornografía”.
Pero en la realidad práctica actual, sobre todo tratándose del cine, la
publicidad y el abuso de la libertad de expresión en los medios audiovisuales,
el erotismo y la pornografía son aspectos complementarios del exhibicionismo y
la explotación gráfica de la sexualidad humana desde la más inocente atracción
sexual hasta la exposición y comercialización del sexo crudo en sus formas más
degeneradas y violentas.
En
la mitología griega Eros se refería al dios del amor como Cupido en Roma. Y
representaba una presunta fuerza superior integradora de los elementos
primordiales disgregados en el cosmos. Algo así como una especie de principio
metafísico o fuerza de atracción unificadora de la diversidad. En Platón el
concepto de eros adquirió particular relieve como algo equivalente al amor a lo
bello, que eleva el alma sobre los sentidos. El ecos platónico es una atracción
arrebatadora del hombre hacia la belleza como término formal del amor,
entendido éste como la tendencia a poseer la belleza confundida con el bien
supremo y fuente de humana felicidad.
La
historia del erotismo es tan vieja como el hombre y en todas las épocas estuvo
relacionado con la afectividad y la atracción sexual usada como recurso
atractivo, sobre todo en las diversas manifestaciones artísticas, las cuales
han servido de soporte y excusa al mismo tiempo.
Bajo
el influjo de la moderna revolución sexual, erotismo y pornografía son términos
que nos remiten directamente alas actividades sexuales cada vez más polarizadas
en la genitalidad, sea literariamente descrita o visualizada mediante técnicas
de la imagen en movimiento, abstrayendo de cualquier noble consideración ética.
En la actualidad erotismo y pornografía pocas veces difieren sustancialmente de
la exhibición y la apología del sexo crudo servido de nulas formas diferentes,
desde la simple atracción sexual inocente hasta la participación activa en
orgías sexuales comercializadas y reducidas a un inmundo mercado del sexo a la
carta llamado prostitución. Las técnicas utilizadas y su aceptación social no cambian
la naturaleza objetiva de esas formas de conducta.
Así
descrita la pornografía el erotismo se distingue de ella por la finura de las
representaciones, por la sustitución de la provocación directa por la meramente
alusiva, así como por el tono melodramático y romántico. Pero en ningún caso el
erotismo así entendido es menos sensual que la pornografía bruta. Se puede
decir que muchas obras antiguas y modernas de literatura, pintura y música son
profundamente eróticas sin llegar a ser pornográficas en sentido estricto.
Otro
dato a tener en consideración es que la pornografía suele ir acompañada de
violencia, la cual aparece como abuso sexual de las personas mediante el
recurso a la fuerza entre los adultos, al engaño cuando se trata de abusar de
personas psíquica o moralmente disminuidas, sin excluir el miedo y la
intimidación. La violencia en los mass media suele acompañar a la
pornografía, estimulando los bajos instintos con el recurso a la fuerza física
expresada de forma incluso bestial.
Cada
vez más a la pornografía se añade la violencia sádica y masoquista. Se ha
pasado de la oferta pornografía blanda a la pornografía dura y bestial servida
en términos de sexo crudo mecanizado contra toda sensibilidad humana. Eliminado
el factor sentimiento e imaginación inocente se ha generado en los espectadores
asiduos a este tipo de representaciones la necesidad de sensaciones cada vez
más intensas y violentas con incursiones casi rutinarias en el campo de las
perversiones sexuales. Actualmente existe un mercado descomunal de productos,
objetos y toda clase de material erótico y pornográfico para satisfacer
públicamente y en privado cualquier deseo sexual bestial. Productos que pueden
adquirirse a precio de oro en tiendas especializadas, cuyos productos son
objeto de gran publicidad en periódicos, semanarios, revistas especializada, de
información general y hasta presuntamente artísticas y recreativas.
En
su significado original el erotismo evocaba un significado ulterior a los
ingredientes sexuales sin el regodeo en la contemplación física y material de
lo sexual. La pornografía se refiere más bien a la descripción gráfica de lo
sexual centrada en la genitalidad cruda. Pero insisto en que esta distinción
académica resulta irrelevante en la práctica actual del llamado cine
pornográfico. El erotismo y la pornografía coinciden en la fisicidad cónica y
hasta violenta de lo sexual en sus formas más aberrantes y degeneradas.
Erotismo
es un término actualmente desacreditado por su connivencia con la pornografía.
En la praxis actual puede ser considerado, al igual que la pornografía, como
expresión de impudor, libertinaje sexual, morbosidad, vulgaridad, exaltación
del sexo bruto y degeneración del amor. Toda una serie de connotaciones que
hacen pensar más en la perversidad moral que en otra cosa. La pretensión de
justificar el erotismo moderno con pretextos artísticos es una impostura y un
insulto a los verdaderos artistas, que saben representar cualquier acción
humana bellamente sin caer en la reproducción grosera.
El
erotismo actual es uno de los signos inequívocos de decadencia humana por falta
de ideales nobles y de imaginación creadora. Como la pornografía, significa el
dominio de lo sensible contra la razón, abandono irresponsable a los instintos
primarios comunes con los animales, desequilibrio de la personalidad y pérdida
del sentido de responsabilidad. Con pornografía la sexualidad humana se
trivializa para ser vivida como pura genitalidad y placer egoísta en lugar de
ser expresión sublime de afecto y amor recíproco entre las personas. El amor
pierde su aura espiritual y humana y se convierte en una búsqueda patológica de
satisfacciones primarias. La pornografía impide el desarrollo sano de la
persona y de las relaciones entre hombre y mujer. Las personas se usan, pero no
se aman. Tratándose de los adolescentes, el erotismo y la pornografía producen
efectos aún más desastrosos. Envilecen sus sentimientos intersexuales al
presentarles la sexualidad humana reducida a puro goce sensual y el amor queda
reducido a la mecánica más eficaz del acto sexual. La mujer, a su vez, lleva
todas las de perder, al ser buscada por el hombre como objeto de explotación
placentera.
La
presencia del erotismo pornográfico acompañado de violencia sadomasoquista ha
seguido un proceso que puede quedar descrito esquemáticamente como sigue.
Durante
los primeros años que siguieron a la aparición del cine el erotismo tuvo
manifestaciones ingenuas. Todo era cuestión de algún beso significativo,
escenas de tocador o de piscina más o menos insinuantes. La explosión del
recurso a la atracción erótica no apareció abiertamente hasta las vísperas de
la primera guerra mundial, llegando a su primera culminación en la década de
los años treinta. Como respuesta deontológica apareció el polémico y pintoresco
código Hays. El erotismo en el cine alcanzó un nuevo clímax por los años
cuarenta en vísperas de la segunda guerra mundial. Pero será durante la década
de los cincuenta cuando la desventurada Marilyn Monroe y la frívola B. Bardot
se convertirán en dos mitos eróticos internacionales del cine moderno. Al
erotismo de estas dos estrellas y de su escuela siguió la moda del desnudo y
del porno-blando. Fellini, Visconti y De Sica se encargarán de introducir por
todas partes el erotismo italiano. El cine británico no se quedó atrás e
introdujo las producciones sádicas, y con el impulso ideológico de la
revolución sexual durante la década de los años sesenta se impuso también el
porno-duro. La última novedad más apreciable por el público se encuentra en las
salas X, en los vídeos macabros, las cabinas individuales de las tiendas del
sexo, amén de los programas de televisión del género porno exhibidos en la
intimidad del hogar a altas horas de la noche. La pornografía más aberrante en
vídeo sirve de ambientación en los bares y casas de prostitución. Quienes
se obstinan en justificar el erotismo pornográfico y violento invocando el
principio de libertad de expresión y de creatividad lo único que hacen es
fomentar el tráfico inmundo de la prostitución.