lunes, 10 de noviembre de 2014

Sexualidad, Erotismo y Pornografía

Sexualidad

La sexualidad es una dimensión importante del ser humano; es fuente de toda vida afectiva tanto del orden psicológico como de sus desordenes, sin olvidar que también,  forman parte de un acto biológico limpio que no solamente tiene un fin reproductivo ya que este engloba diferentes aspectos como lo son  erotismo, el amor, las fantasías, el deseo, etc. Y que muchas  veces estas son ignoradas gracias a  los prejuicios de la sociedad ya que la sexualidad es una necesidad física común tales como comer, ir al baño entre otras.

La sexualidad no solamente debe de tener un fin meramente reproductivo ya que durante la sexualidad se busca cubrir otras necesidades  como la satisfacción, placer así como la realización del sexo opuesto sin olvidar que también tiene un contenido psicológico.

“A lo largo de toda la historia y sobre todo en la sociedad moderna la sexualidad aparece enajenada  en el mito de la animalidad “, lo cual no debería de ser así ya que la sexualidad abarca diversos puntos como los ya mencionamos anteriormente ya que de cierta manera el ser humano lo hace con racionalidad e involucra diverso aspectos los valores, amor,  placer y no solamente un instinto animal como la sociedad lo cree, “ … aún admitiendo que la excitación sexual surja pura en el fondo de nuestra organización biológica, para satisfacerse implica no solo la búsqueda del compañero, sino también su consentimiento y las condiciones materiales de realización del acto sexual. “ Entonces, la sexualidad no es una mera satisfacción de impulsos”, sino que es más compleja, como lo data el autor Tordjman: La afirmación de una identidad sexual requiere de tres vías de acceso:
1)    Las caricias con las que los otros nos gratifican que nos confrontan con el deseo del otro y nos permiten advertir la medida de la resistencia que nuestro cuerpo puede oponerle. Las caricias del otro nos conducen de manera natural a nuestra propia exploración autoerótica, es decir la masturbación.
2)    Nuestras caricias activas sobre el otro afinan  la sensibilidad de nuestras manos y de nuestros labios y nos confrontan con las resistencias del compañero(a).La resistencia nos obliga a tomar conciencia de los signos eróticos que emitimos y que interceptamos. La mirada y el diálogo desempeñan un papel esencial condicionan las dos vías reales de la seducción que pueden conducir a ese sentimiento complejo denominado amor.
3)    Por último la intervención de todos nuestros órganos de los sentidos la vista, el oído, el tacto, el gusto, y el olfato, cuyo papel es la transmisión de ciertas hormonas sexuales.
Si una de estas vías de acceso se nos veda desde la infancia podemos desarrollar pronto fobias y bloqueos que se intensificarán en el transcurso de la adolescencia. Así surge el miedo a tocar y a ser tocado  y algunas veces hasta  las repugnancias de los órganos genitales.

En el hombre hay una manifestación física de la sexualidad  que se da cuando abraza a una mujer esa manifestación es la erección que “es un fenómeno espontáneo e involuntario que puede sobrevenir tanto en el transcurso de un baile, como en plena clase, con motivo de un sueño o como una consecuencia de una emoción”, que diferencia de la mujer se excita con estímulos táctiles esta reacción fisiológica es perfectamente normal en los hombres  y el adolescente debe abstenerse de experimentar culpabilidad por ello. Si no llega a controlar sus emociones debe saber que tal acto no constituye ni una perversión, ni una enfermedad, ni mucho menos un pecado. Por el contrario es una prueba de una función totalmente normal.

La erección puede obtenerse por dos vías diferentes una baja y otra alta como lo data el autor Tordjman:

1) La caricia de los órganos genitales induce a sensaciones voluptuosas que son canalizadas a un centro de la erección situado en la médula espinal sacra. Dicho centro autónomo desencadena una dilatación de los vasos de los cuerpos cavernosos y ese aflujo de sangre provoca la erección refleja en el pene.

2) A partir de un recuerdo, de un sueño erótico de una quimera que anticipa el placer futuro, excitamos los centros superiores del placer que se hallan situados en nuestro cerebroespinal, entonces la erección que se produce es de origen psíquico.

En ambos casos no interviene el sistema nervioso voluntario, pues la erección no es programable, esto es un hecho fundamental.

Erotismo

Erotismo palabra derivada del nombre de Eros, dios del amor, se entiende por tal el amor sensual, el goce con la unión afectivo-sensual con otro ser. “En consecuencia, y desde el punto de partida, la excitación sexual en el ser humano no es una simple estimulación biológica: de entrada tiene un contenido psicológico más o menos rico, más o menos elaborado, históricamente evolucionado; y ese contenido psicológico indisolublemente vinculado a la función biológica, y que la transforma en una necesidad específica, es lo que se podría llamar erotismo”
“El erotismo es el opio del hombre moderno acorralado por la agitación de la vida, corriendo sin descanso de una necesidad a otra, sin tiempo para mirar su rostro de hombre en un espejo de serenidad”.Por ello nos podemos dar cuenta que el erotismo es parte fundamental del ser humano y que de una forma u otra esta presente en cada etapa de nuestra vida. Así pues, para nosotros “el amor sexual es la expresión de la necesidad humana del otro, de la necesidad profunda de comunión del hombre con su semejante”.Es decir el amor se convierte en una  necesidad básica de tener junto a ti a alguien con quien compartir tus emociones, pensamientos, sentimientos y deseos sexuales.
El erotismo no sólo tiene una dimensión, en el confluyen las emociones, el cuerpo y en general nuestra forma de ver el mundo, tanto así que “en otras sociedades e incluso en la Europa antigua y en las culturas indígenas de América, los individuos aprendían a ver lo erótico no sólo en la relación orgásmica sino incluso en los astros o en las actividades agrícolas.” El erotismo puede hallarse también en una mirada, en un gesto, en una prenda que porta un hombre o una mujer, pero más que la prenda, lo erótico está en la forma de llevarla. Otras manifestaciones eróticas podrían ser un baile, el movimiento del cuerpo, las palabras y cómo son pronunciadas, con la cadencia con la intencionalidad que se dicen. El beber un vaso de vino tinto y dejar una gota que humedezca  y aromatice los labios bien puede ser una manifestación del erotismo para el testigo de dicha acción. Los inciensos son capaces de evocarnos lo erótico. El erotismo es en sí mismo fugaz.
Desde el punto de vista psicológico se han revisado las connotaciones de lo erótico. “El psicoanálisis ha analizado las distintas formas en que puede fijarse el erotismo (anal, oral, fálico, genital y otras variedades)”[9] y, en función de ellas, ha investigado los distintos comportamientos regresivos que pueden aparecer en el individuo .Por diversas circunstancias culturales se ha permitido el desarrollo de algunas formas de erotismo; sin embargo, otras han sido “reprimidas y clasificadas como desviaciones o perversiones”, dando lugar a múltiples estudios, debates y controversias.
Podemos ver que el lenguaje erótico varía según las culturas, pero los mensajes transmitidos son siempre explícitos. “Un mohín repetido de labios, un balanceo sutil de las caderas, una caricia envolvente de la curvatura de los senos, constituyen con frecuencia señales de llamadas femeninas. No obstante el intercambio de miradas represente sin duda, para toda la especie humana el mensaje de receptividad privilegiado”.

La música, el baile, la conversación personalizada, las frases de amor y las caricias en las zonas erógenas condicionan psicológica y fisiológicamente a la mujer.
“El amor funde dos sentimientos, el instinto o impulso erótico que aspira a satisfacer el deseo sexual y la emoción amorosa compuesta de afecto y ternura. Se suma la necesidad del placer del compañero sin el cual no puede haber perfecta  armonía en una pareja”.Así pues el placer sexual apacigua los cuerpos y abre las puertas del sueño como un soplo purificador que  avienta las miasmas de la angustia.

Como parte de una manifestación erótica actualmente tenemos que la explicación de pintarse los labios viene de la gama de los rosas y de los rojos, copiando así el enrojecimiento de los labios de la vulva en el último grado de la excitación sexual, con lo cual nos dimos cuenta que el erotismo se puede manifestar en nuestra vida cotidiana.

El erotismo también tiene ciertas manifestaciones en el cuerpo humano al llegar a cierta edad de maduración  (la pubertad ) adquiere una constitución sexual la cual se manifiesta por la iniciación del funcionamiento de de las zonas erógenas “estas son algunas regiones de la piel o las mucosa que, si bien antes tenían una sensibilidad exquisita, esta no era apreciada por un niño de carácter erótico “ es decir que aunque estén presentes en un niño y se toque de la misma manera que a un adulto estas no reaccionan pues el niño   no ha llegado a esa etapa de maduración.
“Desde la pubertad, las excitaciones táctiles que se reciban en las zonas erógenas en circunstancias apropiadas serán interpretadas como eróticas  y despertará o aumentará la excitación sexual “ a lo que nos queremos referir con esto es a lo siguiente :   las zonas erógenas solamente responderán cuando  se den las circunstancias más favorables o deseadas es decir que las zonas erógenas no responderán si las caricias no son deseadas en caso de una violación o cuando un doctor o una enfermera las toca entre otras cosas, ya que “el deseo erótico manifiesta como un sentimiento de carencia y búsqueda de satisfacción de esa carencia construida en relación con las propuestas y modelos culturales que prometen unas sensación de totalidad, plenitud , sobre todo  vía la posesión de bienes  representados como valiosas cosas personas rasgos físicos y de carácter “  en torno a esta idea  podemos decir que todo depende de cómo se toque la textura, el color, la forma, la forma como se pida algo de buena manera de forma cariñosa etc.
En el desarrollo de esta investigación hemos consultado la obra de Gustavo Azcarraga , ahí se encuentra una descripción de las zonas erógenas que reproducimos a continuación: 
1.- Los órganos genitales, principalmente  el clítoris en la mujer y el glande en el hombre.
2.-La boca en la que se debe mencionar la mucosa labial (en toda su extensión hasta su unión con las encías y la lengua).
3.-La periferia de todos los orificios naturales (la vulva, el ano, la boca, los conductos auditivos externos, los orificios nasales) no es de extrañar que el ano y el periné sean zonas erógenas si están inervando por el mismo plexo nervioso que los genitales.
4.-Los pezones en ambos sexos y las mamas en la mujer.
5.-Las caras laterales del cuello y tronco
6.- Las caras internas de los músculos
Con el progreso de al excitación aumenta el grado de sensibilidad y extensión en ellas regiones ya mencionadas  es importante aclarar que la localización de las zonas erógenas varia de una persona así como la disposición de esta para hacerlas responder como ya la mencionamos anteriormente
Definición de pornografía
Etimológicamente pornografía significa descripción escrita de la prostitución. La porné en griego era la prostituta, y la grafía el relato escrito en torno a la vida de las prostitutas. Pornografía, se suele definir como la "descripción o exhibición explícita de actividad sexual en literatura, cine y fotografía, entre otros medios de comunicación, con el fin de estimular el deseo instintivo del contacto más que sensaciones estéticas o emocionales". La pornografía se centra en dos aspectos fundamentales: la distinción entre erotismo y pornografía y el tema de la censura desde el punto de vista del impacto que tienen algunas imágenes pornográficas sobre la imagen de la mujer y el trato que reciben. La primera ha causado gran confusión ya que la diferencia entre erotismo y pornografía algunas veces suele ser muy subjetiva, mientras que la segunda ha puesto a la mujer en un papel comercial, es decir como un objeto sexual, incapaz de poder sentir placer; y tener sexo de manera libre y no fingiéndolo como lo hacen en las imágenes pornográficas.
    Diferencia entre Erotismo y Pornografía
La diferenciación entre pornografía y erotismo es a menudo muy subjetiva y para algunas personas difícil de diferenciar. La pornografía puede presentarse en forma de imágenes (fotografías, vídeos, películas, anuncios y carteles) o en forma de texto (artículos, etc.). El erotismo lo hace de igual forma, pero a diferencia de la anterior va, por lo general, asociado a imágenes sugerentes o simbólicas más que a imágenes puramente gráficas, explicitas y a la idea de igualdad o de placer mutuo. De hecho, muchos han objetado que la función de la pornografía es la de explotar a la mujer presentándola como mero objeto sexual y no explotar al hombre, en vez de una persona racional y sensible. Por lo tanto, no es sorprendente que la pornografía haya sido un caballo de batalla del feminismo.
·         Erotismo y  Pornografía en la Actualidad.
 Las observaciones benévolas que pudieran hacerse sobre el erotismo desde una perspectiva rigurosamente ética quedan cada vez más ensombrecidas por las producciones pornográficas. Durante el período de la llamada "revolución sexual" proliferaron los estudios en los que se pretendía deslindar el erotismo de la pornografía con sutiles distinciones académicas cada vez menos acordes con la realidad. Es cierto que “el erotismo tiene una maternidad semántica más limpia que la pornografía”. Pero en la realidad práctica actual, sobre todo tratándose del cine, la publicidad y el abuso de la libertad de expresión en los medios audiovisuales, el erotismo y la pornografía son aspectos complementarios del exhibicionismo y la explotación gráfica de la sexualidad humana desde la más inocente atracción sexual hasta la exposición y comercialización del sexo crudo en sus formas más degeneradas y violentas.
En la mitología griega Eros se refería al dios del amor como Cupido en Roma. Y representaba una presunta fuerza superior integradora de los elementos primordiales disgregados en el cosmos. Algo así como una especie de principio metafísico o fuerza de atracción unificadora de la diversidad. En Platón el concepto de eros adquirió particular relieve como algo equivalente al amor a lo bello, que eleva el alma sobre los sentidos. El ecos platónico es una atracción arrebatadora del hombre hacia la belleza como término formal del amor, entendido éste como la tendencia a poseer la belleza confundida con el bien supremo y fuente de humana felicidad.
La historia del erotismo es tan vieja como el hombre y en todas las épocas estuvo relacionado con la afectividad y la atracción sexual usada como recurso atractivo, sobre todo en las diversas manifestaciones artísticas, las cuales han servido de soporte y excusa al mismo tiempo.
Bajo el influjo de la moderna revolución sexual, erotismo y pornografía son términos que nos remiten directamente alas actividades sexuales cada vez más polarizadas en la genitalidad, sea literariamente descrita o visualizada mediante técnicas de la imagen en movimiento, abstrayendo de cualquier noble consideración ética. En la actualidad erotismo y pornografía pocas veces difieren sustancialmente de la exhibición y la apología del sexo crudo servido de nulas formas diferentes, desde la simple atracción sexual inocente hasta la participación activa en orgías sexuales comercializadas y reducidas a un inmundo mercado del sexo a la carta llamado prostitución. Las técnicas utilizadas y su aceptación social no cambian la naturaleza objetiva de esas formas de conducta.
Así descrita la pornografía el erotismo se distingue de ella por la finura de las representaciones, por la sustitución de la provocación directa por la meramente alusiva, así como por el tono melodramático y romántico. Pero en ningún caso el erotismo así entendido es menos sensual que la pornografía bruta. Se puede decir que muchas obras antiguas y modernas de literatura, pintura y música son profundamente eróticas sin llegar a ser pornográficas en sentido estricto.
Otro dato a tener en consideración es que la pornografía suele ir acompañada de violencia, la cual aparece como abuso sexual de las personas mediante el recurso a la fuerza entre los adultos, al engaño cuando se trata de abusar de personas psíquica o moralmente disminuidas, sin excluir el miedo y la intimidación. La violencia en los mass media suele acompañar a la pornografía, estimulando los bajos instintos con el recurso a la fuerza física expresada de forma incluso bestial.
Cada vez más a la pornografía se añade la violencia sádica y masoquista. Se ha pasado de la oferta pornografía blanda a la pornografía dura y bestial servida en términos de sexo crudo mecanizado contra toda sensibilidad humana. Eliminado el factor sentimiento e imaginación inocente se ha generado en los espectadores asiduos a este tipo de representaciones la necesidad de sensaciones cada vez más intensas y violentas con incursiones casi rutinarias en el campo de las perversiones sexuales. Actualmente existe un mercado descomunal de productos, objetos y toda clase de material erótico y pornográfico para satisfacer públicamente y en privado cualquier deseo sexual bestial. Productos que pueden adquirirse a precio de oro en tiendas especializadas, cuyos productos son objeto de gran publicidad en periódicos, semanarios, revistas especializada, de información general y hasta presuntamente artísticas y recreativas.
En su significado original el erotismo evocaba un significado ulterior a los ingredientes sexuales sin el regodeo en la contemplación física y material de lo sexual. La pornografía se refiere más bien a la descripción gráfica de lo sexual centrada en la genitalidad cruda. Pero insisto en que esta distinción académica resulta irrelevante en la práctica actual del llamado cine pornográfico. El erotismo y la pornografía coinciden en la fisicidad cónica y hasta violenta de lo sexual en sus formas más aberrantes y degeneradas.
Erotismo es un término actualmente desacreditado por su connivencia con la pornografía. En la praxis actual puede ser considerado, al igual que la pornografía, como expresión de impudor, libertinaje sexual, morbosidad, vulgaridad, exaltación del sexo bruto y degeneración del amor. Toda una serie de connotaciones que hacen pensar más en la perversidad moral que en otra cosa. La pretensión de justificar el erotismo moderno con pretextos artísticos es una impostura y un insulto a los verdaderos artistas, que saben representar cualquier acción humana bellamente sin caer en la reproducción grosera.
El erotismo actual es uno de los signos inequívocos de decadencia humana por falta de ideales nobles y de imaginación creadora. Como la pornografía, significa el dominio de lo sensible contra la razón, abandono irresponsable a los instintos primarios comunes con los animales, desequilibrio de la personalidad y pérdida del sentido de responsabilidad. Con pornografía la sexualidad humana se trivializa para ser vivida como pura genitalidad y placer egoísta en lugar de ser expresión sublime de afecto y amor recíproco entre las personas. El amor pierde su aura espiritual y humana y se convierte en una búsqueda patológica de satisfacciones primarias. La pornografía impide el desarrollo sano de la persona y de las relaciones entre hombre y mujer. Las personas se usan, pero no se aman. Tratándose de los adolescentes, el erotismo y la pornografía producen efectos aún más desastrosos. Envilecen sus sentimientos intersexuales al presentarles la sexualidad humana reducida a puro goce sensual y el amor queda reducido a la mecánica más eficaz del acto sexual. La mujer, a su vez, lleva todas las de perder, al ser buscada por el hombre como objeto de explotación placentera.
La presencia del erotismo pornográfico acompañado de violencia sadomasoquista ha seguido un proceso que puede quedar descrito esquemáticamente como sigue.
Durante los primeros años que siguieron a la aparición del cine el erotismo tuvo manifestaciones ingenuas. Todo era cuestión de algún beso significativo, escenas de tocador o de piscina más o menos insinuantes. La explosión del recurso a la atracción erótica no apareció abiertamente hasta las vísperas de la primera guerra mundial, llegando a su primera culminación en la década de los años treinta. Como respuesta deontológica apareció el polémico y pintoresco código Hays. El erotismo en el cine alcanzó un nuevo clímax por los años cuarenta en vísperas de la segunda guerra mundial. Pero será durante la década de los cincuenta cuando la desventurada Marilyn Monroe y la frívola B. Bardot se convertirán en dos mitos eróticos internacionales del cine moderno. Al erotismo de estas dos estrellas y de su escuela siguió la moda del desnudo y del porno-blando. Fellini, Visconti y De Sica se encargarán de introducir por todas partes el erotismo italiano. El cine británico no se quedó atrás e introdujo las producciones sádicas, y con el impulso ideológico de la revolución sexual durante la década de los años sesenta se impuso también el porno-duro. La última novedad más apreciable por el público se encuentra en las salas X, en los vídeos macabros, las cabinas individuales de las tiendas del sexo, amén de los programas de televisión del género porno exhibidos en la intimidad del hogar a altas horas de la noche. La pornografía más aberrante en vídeo sirve de ambientación en los bares y casas de prostitución. Quienes se obstinan en justificar el erotismo pornográfico y violento invocando el principio de libertad de expresión y de creatividad lo único que hacen es fomentar el tráfico inmundo de la prostitución.


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